Nunca pensé que sentiría ese hormigueo por dentro cuando me habla. No creí poderle llamar "cariño" nunca. Ahora puedo tocar sus manos, mirar sus ojos. Su forma de conseguir que lo haga todo por él. Porque en el fondo, muy en el fondo, sabia que era él.!
No hay comentarios:
Publicar un comentario