Cuantas veces me caiga...
antes aprenderé a levantarme. Porque a veces no hace falta mucho para darte cuenta de que vales más de lo que piensas. Que pronto te darás cuenta de que llorar no arregla las cosas. Y que pensar en ellas no hará que se conviertan en fáciles. Te darás cuenta de que las cosas desaparecen, las partidas se pierden, los sueños se esfuman y las ilusiones se escapan. Al igual que has hecho tú.
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